La radiofrecuencia facial consiste en un método avanzado para reducir las arrugas sin necesidad de recurrir a tratamientos que requieren intervención quirúrgica.

El colágeno que hay en nuestra piel se va deteriorando cada vez más, dando lugar a las líneas de expresión.

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Son muchos los factores que intervienen en el envejecimiento prematuro de la piel, como las radiaciones ultravioleta del sol (fotoenvejecimiento), el estrés diario o la contaminación ambiental. Adicionalmente, conforme aumenta nuestra edad, las células no estimulan la síntesis de colágeno, ácido hialurónico u otras fibras de la misma forma que en la juventud, esto se traduce en flacidez, líneas de expresión y arrugas.

La radiofrecuencia facial pretende combatir todos estos síntomas del envejecimiento. ¿Cómo funciona? Calienta la piel mediante ondas de radiofrecuencia (un tipo de energía), llegando hasta capas profundas de la dermis. El resultado es que tanto la elastina como el colágeno se contraen, ofreciendo los resultados esperados en poco tiempo.

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